La "tormenta perfecta" que hace fracasar las iniciativas de transformación digital.
¿Estás seguro de que tu empresa tiene “el cielo despejado”... o intuyes que los nubarrones de la crisis están a punto de “desatar una tormenta”?
La transformación digital de las empresas es un imperativo para sobrevivir en el convulsionado mundo de los negocios en la era digital.
Y si algo debemos agradecer a las organizaciones pioneras que ya se han adentrado en la Industria 4.0 con decisión, es el conjunto de lecciones aprendidas que nos comparten y que nos ayudarán a acelerar la curva de aprendizaje.
Hay varios factores en común que acompañan las experiencias de las empresas, especialmente las de primer mundo, en sus primeros años de tránsito hacia la cuarta revolución industrial.
Y varios de ellos apuntan a la importancia estratégica que juega el ser humano dentro de las iniciativas de transformación digital.
Sin embargo, esta revelación solo la tuvieron cuando ya habían cometido los errores que desencadenaron la tormenta perfecta y que hoy te comparto:
La falta de un enfoque sistémico
Es muy común que las organizaciones inicien su tránsito hacia la Industria 4.0 con proyectos a cargo de las áreas de tecnología. Y eso está bien.
El problema surge cuando la miopía típica de las organizaciones pre-digitales, las lleva a comprender de forma errónea, que la transformación digital es un asunto de exclusiva responsabilidad de las áreas de tecnología.
Solo si la alta dirección de la organización se da a la tarea de explorar y comprender a fondo el fenómeno de la disrupción digital del mundo y su impacto en la economía de las empresas, logrará entender el alcance sistémico que debe tener la transformación digital de su organización.
Concentración en la arista tecnológica de la transformación
Como consecuencia de la falta de un enfoque sistémico, la organización se da a la tarea de avanzar hacia la era digital, focalizando su inversión en las nuevas tecnologías para optimizar la operación de su negocio.
Y allí se empiezan a generar las nubes negras que nutren la tormenta perfecta que les espera en el futuro cercano.
La razón es muy simple: si bien la entrada “lógica y natural” a la era digital es por la tecnología, ignorar otros frentes de intervención clave, resulta un costoso error en el mediano plazo.
La exploración de las nuevas tecnologías más convenientes para la organización, debe desprenderse siempre de un rediseño del modelo de negocio que lleve a la empresa al éxito en la era digital.
Y por contra intuitivo que pueda parecer, de forma simultánea desde el momento mismo en que se empiezan a explorar nuevas tecnologías para apoyar el negocio, es necesario comenzar a acondicionar a las personas para que contribuyan de manera ágil, en el nuevo escenario.
Intervención de la gente con herramientas obsoletas
Ahora bien, lo que ha desatado la tormenta perfecta en las organizaciones que ya están lidiando con el desafío de alinear a su gente con la estrategia digital, no se da solo por descubrir el error de forma tardía.
El problema se agudiza cuando las áreas responsables de lo humano, se dan a la tarea de preparar a las personas siguiendo metodologías anticuadas que fueron diseñadas para atender una realidad NO digital.
Es así por ejemplo, que intentan movilizar a las personas hacia el cambio que propone la era digital, usando herramientas basadas en los principios de motivación establecidos por Abraham Maslow en 1943 (casi 80 años atrás).
Y este solo es un pequeño ejemplo para no profundizar en las metodologías de gestión del cambio muy elaboradas, que solo agregan complejidad a un entorno empresarial de por sí ya bastante complejo.
Ni para qué hablar de las metodologías de transformación cultural, que consideran la necesidad de movilizar “palancas organizacionales” como: los procesos, el liderazgo, las políticas, etc.
¡Y la garantía es que la transformación deseada solo es alcanzable después de muchos años!
Esto es inútil en un entorno donde la velocidad del cambio es exponencial y por tanto se requiere que las personas se adapten de manera rápida a las exigencias del mercado.
Como consecuencia, la tormenta perfecta cae sin piedad sobre las organizaciones que en sana lógica intentan avanzar en la era digital sin enfoque sistémico, focalizados en la compra de tecnología y sin herramientas modernas para lograr la transformación de las personas de forma: ágil, simple y con alto impacto en los resultados de la empresa.
¿Está cometiendo tu organización -de forma involuntaria, por supuesto- alguno de los errores planteados en este artículo?
Déjame tu respuesta y tus comentarios a esta publicación para enriquecer a la comunidad con la sabiduría colectiva de sus integrantes.
Te leo en los comentarios.
Un abrazo,
Ingeniero Industrial de la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín, Colombia.
Especialista en Recursos Humanos de la Universidad de California.
Especialista en Finanzas de la Universidad EAFIT, de Medellín.
Fundador del Grupo Empresarial PWG.
Entrenador de miles de líderes corporativos por más de 25 años en América Latina y EEUU.
Autoridad hispana en el Liderazgo de Nivel 7 (Gestor de la Felicidad). Autor de varias publicaciones de la colección Gestión de la Felicidad.
Creador del Ecosistema Transformación Humana 4.0 y de los frameworks 4.0. de transformación humana.
Diseñador Ágil de Soluciones, Practitioner y Máster MATCH certificado por PWG.
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